martes, 27 de septiembre de 2011

Rezo para Rosh Hashaná

D-is mío, Te adoro pero tengo que aumentar mi amor; mi confianza está en Ti pero tengo que mantenerla; espero en Ti  constantemente pero es necesario fortalecer mi esperanza; me arrepiento de mis pecados-dígnate a redoblar mi arrepentimiento.

Dígnate, oh Eterno, a guiarme con Tu sabiduría, a moderarme por Tu justicia, a consolarme con Tu merced y a defenderme con Tu poder omnipotente.

Te invoco, oh Eterno,  para que ilumines mi corazón y santifiques mi alma, para que, oh D-is, pueda, con Tu ayuda, expiar mis faltas pasadas, resistir tentaciones futuras, reprimir mis pasiones y practicar el bien.

Asísteme, o D-is, para que pueda cambiar la sensualidad  por la pureza de sentimientos, la avaricia por la caridad, el enojo por la mansedumbre y la indiferencia por la piedad. Dígnate llenar mi corazón con gratitud por Tus beneficios, con horror al vicio, con afecto para mis semejantes e indiferencia hacia los placeres terrenales.

D-is mío, concédeme la prudencia en la acción, coraje en las desgracias, paciencia en la adversidad y humildad en días prósperos. Hazme siempre obediente con mis superiores, benévolo con mis dependientes, devoto con mis amigos e indulgente hacia mis enemigos, que nunca olvide, oh D-is, lo que Te debo.

Enséñame a ser de hábitos templados, noble en mi conducta, perseverante y firme en todos mis buenos propósitos. Inspírame con fuerza para vencer mis malas inclinaciones, para observar Tus preceptos y ser digno de felicidad eterna. Que siempre tenga conciencia tranquila, exterior modesto, pensamientos puros y conducta intachable.

Oh D-is, revélame la fragilidad de este mundo, la brevedad de la vida, la grandeza y la gloria de la eternidad. Ayúdame, oh Rey del Universo, durante este año para que pueda cumplir mis propósitos.

Que tema Tu juicio, evite la culpa y merezca Tu favor y goce; al fin esa felicidad prometida a aquellos que Te aman y sirven con sinceridad y lealtad. Amén.

Adaptado de libro de tefilá .

Plegaria- víspera de Rosh Hashaná

¡Oh Eterno! Aunque ningún hombre debe dejar pasar un día sin darte cuenta de sus actos y arrepentirse de sus errores, aunque Tu mano paternal siempre está extendida para recibir al pecador arrepentido cuando vuelve a ti, el hombre, llevado por las preocupaciones diarias, absorbido por sus pasiones terrenales, continuamente acumula pecado sobre pecado y duerme con la conciencia cargada de iniquidad. Oh, más solícito por el bienestar de su alma la despliega cada noche ante Ti, para solicitar Tu merced, y se familiariza tanto con sus pecados a través de su constante recitación que no se impresiona más cuando Tú se los perdonas tantas veces.

¡Oh Padre de la humanidad! Tú conoces nuestras necesidades aun antes que nosotros las sintamos y has previsto nuestra propensión  al pecado  y nos has prevenido contra él. Por esta razón, has instituido un día solemne: has seleccionado un día, sagrado entre todos los otros y lo has investido con terrible majestad.

Has dicho: “Este es el día del recuerdo; todos vosotros que estáis cargados de iniquidades, todos vosotros que durante el año sois llevados por vuestra ligereza, por vuestras pasiones y que habéis descuidado vuestras almas y os habéis olvidado del Eterno; examinad vuestras conciencias, purificad vuestros corazones, arrepentíos de vuestras faltas. Un solo día de sincero arrepentimiento, un solo día de verdadera humildad puede borrar muchas faltas.”

En este día, oh Juez Eterno, Tu trompeta de juicio suena para reunir a toda la humanidad. Todo Israel esta postrado ante Tu santo nombre. ¡Cuan temible y solemne es este día! ¡Quien puede ser tan desatento como para despreciar Tu llamado, y desatender la bendición de esta fiesta, en día dado por tu merced!
Pero esto no es todo, oh Benéfico Padre. No condenarás aun a aquellos que están cargados de culpa, ni los borrarás del libro de la vida; los llamarás otra vez a Tu servicio y ordenarás los días de penitencia, para buscarte y obtener el perdón por sus iniquidades.

Que este Día del Recuerdo no sea de observancia vacía solamente, que mi corazón pueda arrepentirse de verdad; que mi resolución de volverme digno de Tu gracia no sea un deseo pasajero, sino una firme voluntad para el bien, que resista a toda desgracia y tentación.

¡D-is mío! He pecado contra Ti, he desatendido a Tus bendiciones: he vacilado en mi fe, de descuidado Tu culto y transgredido Tus leyes. He pecado contra el prójimo, no lo he beneficiado como podría haberlo hecho, no he amado como debería haber amado a mi hermano. ¡Ay! He envidiado, tal vez hasta odiado a algunos. ¿Puede el arrepentimiento más profundo borrar tales pecados? No, primero debo pedirle perdón a  aquellos a quienes he ofendido. Debo hacer más-por mi parte debo perdonar a mis enemigos: ¿Cómo puedo buscar Tu misericordia si no perdono a aquellos que me han herido?

Hay una virtud más sublime aún, que necesita esfuerzos sobre humanos para ser alcanzada. Debo amar a mis enemigos, pues, ¿no son ellos también hermanos equivocados a quienes debería más bien compadecer que odiar? Para ser capaz de triunfar de este modo sobre mi débil naturaleza, basta contemplar mi propio fin y el de ellos. ¿Deberían aquellos que mañana duermen juntos en el sepulcro odiarse mutuamente hoy?

Oh Juez soberano, la proximidad del nuevo año me llena de estupor; ¡cuantos males, cuantas desventuras podrían tocarme, si Tu justicia no estuviera templada con merced! El latido de mi corazón se detiene cuando reflexiono acerca de sobre cuántos seres queridos podría caer el castigo de mis faltas.

Oh Padre misericordioso, ten piedad de mí; extiende otra vez Tu merced, perdóname a mí, a los míos y a todo Israel. Amén

jueves, 15 de septiembre de 2011

Jai Elul. Dele vida al mes.

Este 18 de Elul es conocido como Jai Elul (vida de Elul), pues representa el nacimiento de 2 luminarias que vinieron a llenar este mundo de nueva vida; el primero de ellos fue el Baal Shem Tov, fundador del movimiento Jasídico, que cambió el rumbo de la forma en cómo se debería ver al mundo y a Su Creador, revelando una filosofía revolucionaria de como servir al Santo, Bendito Sea. El segundo fue el Rabí Shneur Zalman de Liadi, fundador de la rama Jasídica de “Jabad” y nieto espiritual de Baal Shem Tov.

Para esta ocasión quiero compartir con ustedes parte de una carta que el Baal Shem Tov, envió a su cuñado el Rabí Guershon de Kitov, que me pareció sumamente interesante:

En Rosh Hashaná del año 5507 (1746 EC) realicé la evocación de aliat haneshamá (ascenso del alma a las esferas celestiales)…Vi cosas maravillosas en una visión como nunca había visto antes desde el día en que alcancé la madurez.

Es imposible contar y narrar, siquiera cara a cara lo que vi y aprendí cuando ascendí allí.

“…Ascendí de nivel en nivel hasta que llegué al palacio del Mashíaj (mesías), donde el Mashíaj estudia Torá con todos los Tanaím (Sabios) y los Tzadikím (hombres justos y piadosos), y también con los Siete Pastores (Abraham, Yitzhak, Iacob, Moshé, Aarón, David y Shlomó)…Pregunté al Mashíaj: -¿Cuando vendrás (para redimir al mundo), señor? Y él me respondió:

“Con esto lo sabrás: cuando tus enseñanzas se vuelvan célebres, se revelen a todo el mundo, y tus manantiales se expandan jútza (hacia afuera, al exterior)…entonces las kelipot (cáscaras, es el término místico para las fuerzas del mal) perecerán y será un momento propicio y de redención…”

En un día tan importante como este, no se deje engañar, anímese, pregúntele a su maestro, a su guía, a su rabino, acerca del jasidut, pues este conocimiento es para toda la humanidad y existen cientos de temas preciosos de los cuales el noájida tiene permitido aprender  y... dele vida a Elul!!!
 

Un niño nos enseña a arreglar el mundo.



Un científico vivía preocupado por los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. 

Cierto día, su hijo, de siete años, invadió su recinto decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuera a jugar a otro sitio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí, el padre procuró algo para darle al hijo, con el objetivo de distraer su atención. De repente tomó un planisferio de una revista, y, con una tijera, recortó el mapamundi en varios pedazos. Junto con un rollo de cinta adhesiva, lo entregó al hijo diciendo:

- "¿A TI TE GUSTAN LOS ROMPECABEZAS? ENTONCES VOY A DARTE EL MUNDO PARA ARREGLAR. AQUÍ ESTA EL MUNDO TODO ROTO. ¡MIRA SI PUEDES ARREGLARLO BIEN!"


Calculó que al niño le llevaría días para recomponer el mapa. Algunas horas después, oyó la voz del hijo que le llamaba calmadamente:


- "PADRE, PADRE, YA HE HECHO TODO. ¡CONSEGUÍ TERMINAR TODO!"
Al principio el padre no dio crédito a las palabras del hijo. Sería imposible a su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto. Entonces, el científico levantó los ojos de sus anotaciones, seguro que vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus sitios. ¿Cómo sería posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?


- "TU NO SABIAS COMO ERA EL MUNDO, HIJO MÍO. ¿CÓMO LO CONSEGUISTE?"


- "...Padre, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando tú quitaste el papel de la revista para recortar, yo vi que del otro lado había la figura de un hombre. Cuando tú me diste el mundo para arreglarlo, yo lo intenté pero no lo conseguí. Fue entonces que me acordé del hombre, di vuelta a los recortes y empecé a arreglar el hombre, que yo sabía cómo era. 


CUANDO CONSEGUÍ ARREGLAR EL HOMBRE, DI VUELTA LA HOJA Y ENCONTRÉ QUE HABÍA ARREGLADO EL MUNDO..."

viernes, 2 de septiembre de 2011

Elul-Revisando tu vida.

El Orifico del bote:

Una vez un hombre fue contratado para ir al muelle a pintar un bote; el trajo todas sus brochas y su pintura y comenzó a pintar. En un momento dado empezó a darse cuenta de que la pintura se filtraba por un pequeño orificio en el piso del bote. Inmediatamente tomo un poco de madera y se dio a la tarea de arreglar ese pequeño orificio. Cuando la pintura se secó, el pintor fue donde el dueño del bote para que le pagara su trabajo, recibió su pago y se fue a casa. Al otro día el dueño del bote se presento en la casa del pintor llevándole una gran suma de dinero; el pinto extrañado le dijo que no tenía que pagarle, pues el día anterior había recibido el pago justo de su pintada. El dueño le dijo que el pago no era por la pintada del bote sino por haber arreglado el hueco que tenía en el fondo, el pintor le dijo que el huequito que el arreglo era mínimo, y que no valía tanto pago. El dueño del bote le dijo que ese día cuando sus dos niños se dieron cuenta de que el bote estaba recién pintado, decidieron ir a dar un paseo por el mar en el, cuando él se dio cuenta que sus hijos se habían ido se volvió loco de solo pensar que el bote tenía un orificio y que los niños estaban en el medio de la mar con un bote dañado; pero cuando los vio regresar sanos y salvos y vio que el orificio del bote había sido reparado decidió pagarle, no por el bote sino por haber salvado la vida de sus dos más grandes tesoros.

Una pieza de cuerda:

Una vez un millonario mercader llevo a su casa un gran candelabro, hecho de puro cristal con incrustaciones de piedras preciosas sobre él.
Por el gran tamaño y por la estructura del candelabro, el techo de la casa no lo podría sostener, por lo tanto se dieron a la tarea de hacer un orificio que atravesara el techo, llegara hasta el ático y amarrando el candelabro con una cuerda a la viga más fuerte de la casa, quedó guindando majestuosamente en el centro del comedor.
Todas las personas que visitaban la casa quedaban boquiabiertas al ver ese impresionante candelabro que colgaba del comedor del magnate.
Un día un joven de escasos recursos tocó la puerta de la casa rogando por un poco de ropa ya que no tenía que ponerse; se le indico que subiera al ático y agarrara lo que necesitara, el joven muy agradecido subió y encontró una buena cantidad de ropa para mantenerse vestido por un tiempo. Cuando la empacó empezó a buscar un pedazo de cuerda para poder atar el fardo de ropa elegido, como no encontró ninguno vio que a una de las vigas del ático estaba atada una cuerda y decidió cortarla para ayudarse a amarrar su ropa; la cortó y casi de inmediato se escucho un terrible estruendo seguido por el sonido de muchos vidrios rompiéndose.
Inmediatamente toda la familia subió al ático para ver qué había sucedido. Llenándolo de improperios le dijeron que los había arruinado con lo que hizo. El joven muy confundido pregunto que como podían decir que los había arruinado si solamente cortó un pequeño pedazo de cuerda.
Fue despachado de la casa sabiendo realmente lo que cortó, y dejando a la familia con su más preciado tesoro sin poder reparar jamás.

Queridos amigos, esta historia nos refleja la importancia de cada una de nuestras acciones;  iniciando el mes de Elul se nos recuerda a todos, que todas las acciones que hemos ido realizando en este año ocasionaron algo en diferentes rincones de los mundos físicos y espirituales, cada buena acción, cada situación no correcta trajeron algo a nuestra vida, bueno o no tan bueno; Y a partir de hoy todo se empieza la recta final en el conteo hacia el gran juicio de Rosh Hashaná, mantengamos presentes estas dos historias para que podamos reflexionar y llegar a el día del juicio con una mente más clara de lo que hemos hecho y de lo que cada una de nuestras acciones produce. Tenemos suficiente tiempo.
Sintamos estos días minuto a minuto, segundo a segundo, pensando y luchando por cambiar.
Imaginemos como nos sentiríamos si dentro de un mes tuviéramos un juicio de el cual depende nuestra libertad, o nuestras posesiones o nuestra estabilidad.
Ahora cuanto más debemos pensar si sabemos que vamos a tener un juicio en donde lo principal que está en juego es nuestra vida, sin contar todo lo demás.


Que logremos llegar al juicio preparados, con la ayuda de HaShem.